Estas prácticas fraudulentas son frecuentes en internet y pueden afectar tanto a vendedores como a posibles compradores o inquilinos. Aquí te presentamos algunos de los tipos de fraudes:
El timo del cheque: Un potencial interesado te envía un cheque por una cantidad mayor a la acordada para el alquiler o la compra de una propiedad. Luego, te pide que le devuelvas la diferencia. Sin embargo, el cheque puede ser falso o sin fondos, y tu banco podría tardar días o semanas en detectarlo.
Princesa de Burkina Faso: Este engaño implica un contacto que se presenta como una persona exiliada en Holanda interesada en comprar una propiedad en España. Ofrece pagar de inmediato y al contado, lo que debería generar sospechas.
El inversor internacional: Un inversor extranjero muestra interés en una propiedad sin negociar el precio. Esto podría ser un “rip deal” (negocio fraudulento).
El soldado americano: Supuestamente, un soldado americano busca ayuda para destinar dinero a obras sociales. Sin embargo, es probable que sea una estafa.
Phishing y Smishing: El phishing implica correos electrónicos falsos que suplantan la identidad de empresas conocidas. El smishing es similar pero se realiza a través de mensajes de texto.
Estas son algunas recomendaciones claves para protegerte del fraude inmobiliario:
Verifica la identidad del anunciante, utiliza plataformas de confianza, no compartas información sensible, inspecciona la propiedad en persona, desconfía de ofertas irresistibles, evita pagar por adelantado, verifica la documentación legal y reporta cualquier sospecha de fraude.
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